Resulta que tengo un compañero en la oficina que esta medio loco muy solo y triste, al que alguna vez le dejaron una pinche curiosa rana de plastico pequeñita para alegrarle los dias con ese gesto tan inutil tierno.
Pos grave error, resulta que desde entonces este mono habla con la rana, dice que es su amiga, le canta, le lleva serenata. Todo comenzo cuando decidio hablarle, ahora hasta le contesta la mugrosa. De algun modo, ignorando el trasfondo psicologico que hay en esa relacion, hemos caido en el punto de que nos cause total hilaridad ternura la interaccion humano rana... pero hoy, HOY... FUE EL COLMO.
LE PUSO CASA A LA RANA!
Y yo, siempre congruente conmigo mismo, al ver tanta felicidad entre un hombre y su rana (y ya a estas alturas del partido mas vale que no sea rano) hice lo que todo abogado sabe y debe hacer...
Ponerle fin.
4 comentarios:
JAJAJA
JAJAJAJAJAJAJA
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!
Te pasas!!! JAJAJAJAJA XD
Freud! Donde quedó tu psicoanálisis! no cabe duda que las historias de la vida revasan las historias del cine. Saludos!
ha sido un poco cruel....peri hay que ser imparcial...
Grinch de los batracios!
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