PERO NUNCA DIGAS, NO DIGAS QUE NO TE LO ADVERTÍ.

EL CONTENIDO DE ESTE BLOG, FIEL A LA IDIOSINCRASIA DE SU AUTOR, ES POLÍTICAMENTE INCORRECTO, VOLUBLE, REACCIONARIO, SELECTIVAMENTE DEMOCRÁTICO, CONTRADICTORIO, INTOLERANTE AMÉN DE ARROGANTE, CON DELIRIOS DE GRANDEZA Y POSEEDOR DE UN BUEN COMPLEJO DE MESÍAS. SI USTED, AMABLE LECTOR, RESULTA NO SER TAN AMABLE Y TIENE LOS MISMOS DEFECTOS EGÓLATRAS QUE EL AUTOR DE ESTE ESPACIO, LE RECOMIENDO MUY ATENTAMENTE CAMBIAR DE PÁGINA EN ESTE PRECISO INSTANTE, YA QUE SI BIEN LOS COMENTARIOS NO ESTÁN MODERADOS, YO ME RESERVO EN TODO MOMENTO EL DERECHO DE NO PRESTARLES LA MÁS MÍNIMA ATENCIÓN, MÁXIME SI NI SIQUIERA TIENE A BIEN FIRMAR DICHAS RÉPLICAS.

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8.11.09

Me choca la gente feliz.

Sí, ya sé que es una de las declaraciones más ojetes que he expresado en este blog. De hecho suena envidioso y hasta malaleche, lo sé perfectamente, pero ahora quiero que usted me responda honestamente: ¿De verdad usted es partidario de demostrar su felicidad con quien sea?

Supongamos que usted se gana la lotería (y un premio ya de los considerables, que luego salen con jaladas). Obviamente al recibir semejante noticia entra en un estado de euforia y brinca, grita, abraza al perro, patea al niño y hasta vuelve a besar a su esposa con pasión… o igual y se arma de valor y por fin la corre o algo. Igualmente si es mujer, pa que no digan que este blog es machista. Pero vamos, allí se tiene una causa justificada. Otro ejemplo: le anuncian que va a ser padre/madre. Si usted ha logrado trascender todas esas causas que lo llevan a considerar que su vida está arruinada a menos que recurra a un aborto o a la adopción, entonces lo más seguro es que va a sentir una felicidad tremenda con la noticia e inmediatamente participará de su estado a sus seres queridos y cercanos. Todo eso suena re bien ¿no? Al menos yo me pondría contento, pero no por eso voy a ir con el chiqui papi a darle un abrazo y a decirle que la vida es hermosa… allí es donde nos aproximamos a aquello de lo que me quejo agriamente (que a mi manera de interpretar es más séntido y ácido que quejarse amargamente).

Entonces, delimitando más el tema de mi post, podría decir: me choca la gente perpetuamente feliz. Esos que sin una causa se levantan y te salen con que son felices porque brilla el sol, porque el mundo sigue y porque son parte del milagro de estar vivos. A menos que acabaran de salvarse de una muerte imperiosa (y de nuevo: eso es un motivo) no veo cómo alguien puede salir con esas ñoñadas del calibre de Carlos Cuauhtémoc Sánchez o algún otro moralón caguengue que se le venga a la mente. Me molestan esos pendejos que van caminando mientra silban y saludan a cada wey con el que se topan, abarcando más allá de los compañeros de trabajo y llegando incluso a saludar a perfectos extraños. Yo voy por la calle y un idiota que no conozco me saluda e inmediatamente me pongo a la defensiva, agarro la cadena y preparo cómo me puedo madrear a este idiota que si no me va a pedir dinero por x tragedia que le sucedió, me va a intentar asaltar. Esa es la neta, lo último que pienso es que el pendejo esté feliz de la vida y se sienta en deuda con la humanidad llevándole a desearle un buen día a todo ser vivo en su entorno circunstancial. No creo que exista gente TAN feliz.

Entonces, más concretamente: odio a la gente con pose de felicidad. ¿O me quiere decir usted qué motivo de júbilo encuentra en ir al pinche baño público de su puta oficina? Para mi felicidad es ir al de mi casa porque significa que no me paré a pinche trabajar, no putas mames. Pero eso de estar sentado, en profundo encuentro consigo mismo, probablemente requiriendo de sendas meditaciones para lograr su cometido y que llegue el “feliz” del pinche changarro con su puta felicidad chiflando alguna alegre melodía (de Juan Gabriel o algo más puto) y le rompa toda la pinche concentración, es no tener ni un poca, mínima, vamos… ni un ápice de su reputísima madre. La última vez que eso me sucedió, levanté las patas para que no se vieran por el espacio que queda entre la puerta y el piso (para evitar ser reconocido, porque hasta con esas), esperé a que el pendejo se sentara (en el espacio de al lado, ¿cómo chingados no?) y comenzara a musicalizar el momento con su celular (obviamente sin poner audífonos, hágame el recabrón favor. Si pretende facilitar algo, debería poner algo de maná o de pxnx o alguna de esas pendejadas ampliamente sobrevaluadas) y terminando lo que tenía que hacer y una vez que me lavé las manos, vacié el botecito que ponen con una barrita de jabón, lo llené de agua y lo aventé por arriba… al cabo ni modo que saliera en ese momento a corretearme ¿o si? A ver si eso le dio felicidad al estúpido… antes diga que lo rellené de agua y no de agua de riñón.

¿Concuerda usted conmigo? ¿Le emputan esas poses? Es como cuando estaba el anuncio ese del pointer del wey le preguntaban como estaba y el baboso respondía: “magnífico” ¿No le tocó el idiota que se la creyó y que respondía eso cada que le preguntaban (por compromiso, ya que generalmente es el motivo para preguntar eso, realmente son pocas las personas cuyo destino nos importa) por su estado anímico? Tengo varias ingeniosas maneras de responder a esa pregunta y ninguna abarca una pose falsa de felicidad.

Si usted no concuerda conmigo, entonces igualmente le comento: no eche en saco roto lo que ha leído. Tal vez, muy probablemente, la próxima vez que usted quiera emular a Mickey Mouse en su primer caricatura y quiera estar aparentando felicidad, incluyendo un baño público, tenga cuidado… no sabe si en algún espacio cercano se encuentre un Amargator como yo que aproveche su momento de vulnerabilidad para transformar sus risas en lágrimas.

¡He dicho!