PERO NUNCA DIGAS, NO DIGAS QUE NO TE LO ADVERTÍ.

EL CONTENIDO DE ESTE BLOG, FIEL A LA IDIOSINCRASIA DE SU AUTOR, ES POLÍTICAMENTE INCORRECTO, VOLUBLE, REACCIONARIO, SELECTIVAMENTE DEMOCRÁTICO, CONTRADICTORIO, INTOLERANTE AMÉN DE ARROGANTE, CON DELIRIOS DE GRANDEZA Y POSEEDOR DE UN BUEN COMPLEJO DE MESÍAS. SI USTED, AMABLE LECTOR, RESULTA NO SER TAN AMABLE Y TIENE LOS MISMOS DEFECTOS EGÓLATRAS QUE EL AUTOR DE ESTE ESPACIO, LE RECOMIENDO MUY ATENTAMENTE CAMBIAR DE PÁGINA EN ESTE PRECISO INSTANTE, YA QUE SI BIEN LOS COMENTARIOS NO ESTÁN MODERADOS, YO ME RESERVO EN TODO MOMENTO EL DERECHO DE NO PRESTARLES LA MÁS MÍNIMA ATENCIÓN, MÁXIME SI NI SIQUIERA TIENE A BIEN FIRMAR DICHAS RÉPLICAS.

GRACIAS Y DISFRUTE EL BLOG.

30.9.09

Como lo haces tú

Es innecesario medir la vida en logros y no en años
Cuando cada año es en sí un logro
Y eres indiferente al medir el logro de tu misma vida
Por estar tan acostumbrada a vivir así
Justo en la forma exacta y única en que sabes hacerlo tu

Acostumbrada a ser tu misma te privas tus méritos
Te es fácil menospreciar triunfos
Y existir en sí fue tu primera victoria y una lucha diaria
Renovada en cada mañana, cada día
En que miras la luz, sientes el calor como sabes hacerlo tu

Hoy, que la vida te aleja de ser una indefensa niña
Pero con mil batallas por luchar
Espero entonces que por un instante sepas mirarte
Como lo hacen siempre mis ojos
Y puedas vivir ahora, más convencida… en la forma en que sabes hacerlo tú


FELIZ CUMPLEAÑOS ESTEF

20.9.09

Cant’t stand the reality… show.

Aun recuerdo hace algunos años cuando apareció por primera vez el promocional de “The Real World” en MTV y a mí me parecía una propuesta sumamente interesante. Desde luego, en aquel entonces era un adolescente morboso y hasta los weyes que estuvieron viviendo en peceras en la Gran Plaza me provocaban interés.

Al final de cuentas ese programa fue un bodrio, como vino a suceder después con el Big Bother, la Nacademia, Latin Amerinacan Idol y otras aberraciones similares que han desfilado por la pantalla (aclarando que sí fui bien fanes de la primera generación de la Nacademia, sinceramente), desgastando poco a poco el concepto de reality show. De hecho, esos fueron solo el principio, poco después dicho concepto gastado nos enfatizó lo patéticas que son algunas “figuras” como Flavor Flav , Paris Hilton y Bret Michaels; contribuyó a la vertiginosa pérdida de dignidad de Ozzy Osbourne (y familia), Hulk Hogan y Gene Simmons; y por si esto hubiera sido poco, nos trajo estrellas hypeadas directamente traídas desde la basura como: New York, Lela Tequila y no me hagan comenzar a hablar del Pato, De Nigris y la Chiva… o peor tantito: La Mapacha o Erasno Catarino.

Es más, esta fusión de morbo, vouyerismo y concurso vino a degenerar hasta en un programilla donde los galanes al final tendrían que decidir entre comenzar a amar el chile o dejar de amar el varo, según lei en el blog del buen Aleko (en alguna parte de su blog, ya que no encontré el post para linkearlo).

Así que, estando consciente de que los realitys no van a desaparecer, me dije a mi mismo: “mi mismo… ¿por qué no servirnos nosotros con la cuchara grande ahora que los realitys enriquecen a cualquier pelele?” y me respondí: “¿por qué no?”. Entonces, me senté bajo un árbol a esperar la iluminación con las siguientes consideraciones:

a.- No quiero aparecer en tv. Si lo hago tal vez mi ego me demande nunca dejar de salir en ella, llevándome a cometer atropellos a mi persona como codearme con doña Irma Serrano (sin parentesco) o a salir en un programa de doñas fodongas bailando y haciéndole preguntas lelas a una astróloga o una sexóloga aun más lelas.

b.- No quiero intentar ligar una vieja wila bisexual. En primera ya tengo una pareja que entre otras (muchas) cosas me encanta porque ni es wila ni es bisexual. En segunda… es algo bastante loser menear babas y atoles del resto de los concursantes en televisión nacional. En tercera: ya en serio ¿ustedes lo harían?

c.- No quiero cantar en público. Siempre me ha gustado mucho cantar (o pegar de lastimosos gritos) y en mi alterada percepción de la realidad considero que lo hago bastante bien. Sería muy triste que una ex Flans me dijera que canto re gacho, aunque nadie de los jueces me merezca un poco de respeto…. ok, exceptuemos de esa sentencia a Lolita Cortés, esa doña si es artista… anyway, aunque en su mayoría los jueces no me merezcan el menos respeto, de cualquier forma me quitaría gran parte del gusto por la cantada si me dicen que mejor me dedique a vender edredones en abonos.

d.- No soy un gran atleta aventurero. Olvidémonos de esos desafíos tipo Amazing Race o su versión región 4 que salió en TV Olmeca hace algunos años. Creo que aun me acompañan mi acrofobia y mi perpetua hueva como para andarme sometiendo a pruebas extremas.

Entonces… ¿Qué puede hacer alguien como yo para rayarse con los realitys? Entonces la iluminación vino a mi: ¡Desarrollar una propuesta de reality! Así que aquí les va mi idea:

El título de éste sería “El Dinero Todo Lo-Cura” y consistiría en meter de 15 a 20 cabrones con distintos tipos de trastornos mentales en un manicomio donde les estarían dando terapia de acuerdo con sus males. Obviamente, uno se requemaría como sus problemas mentales propiciarían que la convivencia sea prácticamente imposible y probablemente nos toque ver varios altercados con intento de homicidio y hartas conductas atípicas. De acuerdo a los avances y progresos que vayan demostrando conforme las terapias avancen como le vayan cayendo estos hijos de la chingada (admitámoslo, el talento y el aprovechamiento a usted, pinche televidente, le valen madre, usted vota por quien le gusta o le cae bien así carezca de talento, valores, brújula moral o cualquier otra virtud que se le pueda ocurrir), usted votará para que sus elegidos permanezcan en el manicomio y tengan una oportunidad real de rehabilitarse y reincorporarse a la sociedad.

Al final, usted tiene tres oportunidades de ganar:

1.- Gana si su elegido gana el gran premio del tratamiento vitalicio para su enfermedad (terapia + medicinas) hasta que sea un elemento de provecho social.

2.- Gana porque mientras más veces llame, más números consigue para la rifa que se hará después de cada eliminación.

3.- Tiene un tercer chance de ganar, ya que también puede jugar al pronóstico de quién va a salir del manicomio y qué enfermedad mental tiene. Si su pronóstico y diangóstico son correctos ¡Gana al instante!

Tons… ¿cómo ven señores productores? ¿Firmamos el contrato?

16.9.09

The Sunshine Killer.- Capítulo 14

Capítulo 14.- Él era mi amigo.

Jones se encuentra, como es costumbre, atendiendo el Watchtower, cuidando y manteniendo el orden desde la barra. Sin embargo resiente el haber trabajado los últimos turnos de corrido, sin que Lon hubiese ido a asistirle.

-- Era de esperarse, solo espero que esté con su encomienda y no en coma como un vil drogadicto – dice el viejo cantinero con una mueca mordaz en su rostro mientras seca unos cuantos tarros recién lavados.— Si aun hubiera una cárcel no dudo que ya lo hubieran encerrado, y él también lo cree, de lo contrario, no viviría en las ruinas de la vieja prisión.

Inmerso en esa rutina de servir tragos, secar tarros, intimidar borrachos y maldecir –cariñosamente- a su empleado, continúa indefinidamente gozando de su tiempo tranquilo, como una suerte de retiro. Poco se sabe de ese hombre antes de la inauguración de su bar, nadie recuerda haberlo visto antes. Sencillamente un buen día apareció con una aparente fortuna tan misteriosa como su persona, compró el local donde estaba el desaparecido “Memphis Blues” y él solo se encargó de desaparecer a todos los malvivientes y pandilleros que se habían adueñado a la mala del inmueble. Tan solo por haber habilitado de nuevo la finca, los anteriores dueños querían regalársela al extraño, pero él insistió en que era lo justo que recibieran el valor de ese predio como contraprestación. Durante las siguientes semanas trabajó en la reconstrucción del lugar incansablemente. La gente estaba tan agradecida con él por haberlos librado de la amenaza que representaban aquellos vagos, que gustosos acudieron a ayudarlo siempre que tenían oportunidad. De ésa forma fue que se levantó el Watchtower, lugar que de inmediato fue acogido por los lugareños como propio. Todos respetaban mucho a Jones y si había algún borracho insolente que se atreviera a contradecir a Tinman Jones, sin duda no pertenecía al Sector 18. Aun así, Jones conservaba las habilidades para lidiar con gente necia, tal y como lo hizo años antes al abrir su bar.

Y así, en esa secuencia de servir, lavar, secar, platicar y maldecir, siempre tenía un ojo atento las puertas de madera de su “Saloon” para vigilar quién entraba y quien salía. Los mismos ojos que no pudo evitar abrir con sorpresa cuando vio entrar a Azul.

Ella no deja de mirar el lugar, era la primera ocasión que entraba allí. Con cuidado, pero con su mirada de desprecio, se aproxima hasta la barra.

-- El se sienta en este banco de aquí – Dice Jones.
-- ¿Perdón? – responde ella aun sin adaptarse
-- Él se sienta en este banco de aquí, por si acaso quieres ocupar el mismo lugar para sentirte cerca de él. – Y de nuevo pone su expresión mordaz en el rostro.
-- Supongo, por esa sonrisa de gato enfermo, que te causó mucha gracia decir semejante sandez.
-- ¿Qué te sirvo? Princesa.
--Una cerveza… en ese tarro que estás secando—dice ella con ese aire de superioridad
-- Un cliente con tuberculosis escupió aquí… ¿Segura que no quieres usar el de Lon? Ese siempre lo guardo aparte.
-- Como sea

Jones le entrega el tarro espumoso y murmura una risa que termina en tos seca.

-- ¿A que debo la visita? Creo que tú eres más de ese otro lugar… ¿Cómo se llama?
-- El North Country
-- Eso… una chica del North Country. Allá no sirven cerveza, tal vez se te suba si es la primera vez.
-- Ya la he bebido, con Lon y los demás cuando trabajaba en las minas. En ese entonces era una persona de bien.
-- Tan de bien que lo dejaste por Sobjack. No lo culpo por dejar de ser una persona de bien, sería muy triste que se le fuera otra mujer por ese motivo.
-- ¿Eso le dijiste para que asesinara Cherifes?
-- Escúchame mocosa, yo no le dije nada para que asesinara a nadie – dice Jones inclinado sobre la barra intimidando y cortando el tono altanero de Azul—Además, no se le grita a un hombre en su propia cantina y mucho menos si es para delatar a un asesino anónimo… a menos claro que quieras que lo atrapen. Te diré lo mismo que le dije a él hace tiempo: No estoy dispuesto a oír historias de idealismos y corazones rotos.
-- No quiero contar historias ni tampoco quiero que lo atrapen. Por eso vine a pedirte que lo detengas
-- Nadie puede detenerlo, el hijo de puta es valiente y se está envalentonando. Eso que hace es lo primero que ha deseado de corazón desde el penoso asunto de ser Cherife y lo de la familia contigo.
--… -- Azul permanece en silencio
-- Cuando se recuperó de la soberana golpiza que le pusieron en el último duelo, lo primero que hizo fue ir a buscarte. Como también le dio sus buenos golpes a Sobjack, le quitaron el empleo y la pensión de minero. Supongo que tendría la vaga esperanza de que lo dejaras dormir en tu sillón en lo que ideaba otro plan, pero fue cuando vio a Flain salir de tu casa. Yo de hecho fui a buscarlo al hospital, pero era tarde, ya se había ido tras de ti.
-- No lo sabía, no me di cuenta de que él estuviera allí…-- responde Azul contrariada.
-- Le perdí el rastro durante unos días, hasta que una noche entró como si nada al bar. Llegó directo a la barra y se sentó en ese mismo sitio en el que estás – intercala de nuevo su mueca irónica – y sacó unas monedas de oro que no tengo ni idea de cómo consiguió. El muy vivo me miró a los ojos como una bestia herida y arisca que muerde a quien se acerque y me dijo: “Ron jamaiquino con cola” así nomás... enfatizando el “jamaiquino”
-- Pero… ¿Ya lo conocías?
-- Yo sí, pero él a mi no. Su padre me simpatizaba mucho, era un buen hombre. Por eso cuando supe que había muerto quise ponerme en contacto con Lon, pero entonces vi que estaba buscando la forma de convertirse en un Cherife y pensé que estaría bien… de hecho fui a ver el último duelo. Entonces supe que no iba a estar bien. Luego fui a buscarlo.
-- Pero no lo viste hasta que llegó aquí.
-- A su papá le gustaba mucho la lectura y hasta donde sé trató de inculcárselo a su hijo. El minerito no era tan inculto, dibujaba constelaciones con la sal sobre la barra. Yo quería hablar con él, pero si te acercas a una bestia herida corre, así que lo miré como si fuera cualquier cliente, saqué la botella y me decidí a embriagarlo, le alcanzaran o no las monedas. Le propuse un juego. Eso sirvió para romper el hielo. Me cayó bien, es agradable a su manera. Es fuerte como un caballo dañado pero con la misma voluntad de un leming para tirarse a la muerte.
-- Sí, ese es Lon – expresa junto con una pequeña risa.
-- Finalmente yo solo le di un regalo y le dije las dos verdades
-- ¿Cuáles?
-- Todo hombre tiene un arma para el momento más decisivo de su vida… y toda arma tiene un nombre de mujer. Le regalé una, bastante mejor que la de cualquier Cherife vivo. Sí puse un arma en sus manos, pero no su dedo en el gatillo… y definitivamente no le dije a quien disparar. Traté de compensarle tantas pérdidas y derrotas consecutivas, quería hacerle entender que el momento decisivo de su vida aun estaba por llegar.
-- ¿Para qué tomarse tantas molestias por el hijo de alguien más?
-- Porque su padre, bueno… él era mi amigo. En ese momento aceptó la pistola de dos cañones, pero ni siquiera la bautizó, dijo que eso sería después. Así que al final le di un trabajo y hasta hace poco, un lugar donde dormir. Su padre habría podido ser campeón del mundo… y él, tal vez sea el campeón del sol.

La formal aceptación de éste regalo de cumpleaños. Gracias.

15.9.09

Y esta fiesta aun no termina

(No pares, sigue sigue…)

¿Y usté que dijo? Este naquete no sale ni a la esquina y lo del viaje a Monterrey fue un chiripazo. Pues no, seré one hit wonder de lo que quieran menos de viajes. Aquí les va otra de mis mega crónicas:

Encontrábase el Dan††e como si fuera ahora la primera vez como un agotado deportista regresando de su gran evento tras una visita al D.F. cuando suscitose una situación urgente que requería de enviar a algún pobre pendejo que se dejara al elemento más capaz de la oficina a dicha capital para recabar unas firmas. El caso es preguntaban entonces quién podría ser aquel capaz elemento que completara tan difícil misión (y en realidad si es difícil porque ponen tiempos límite) cuando en eso va entrando el zoquete autor del blog comentando que había estado padrísima su visita al DeFectuoso.

Paso a: el Dan††e en el aeropuerto de Guanatos a las 0600 am (¿se fijan la enferma costumbrita que tienen de desmañanarlo a uno?) cuando de repente dice la señorita dice: “Viajeros en clase Premier hagan una fila de este lado, el resto de las categorías fórmese a la derecha”. Entonces dije: “allí tengo que estar yo” y fui y me formé… a la derecha, en la fila de la perrada, infelizaje y chancla popular. Y para terminar de aderezar este momento, cual comedia de situaciones gringa, miro a mi izquierda y me encuentro al dueño del changarro, igualmente trajeado como yo, pero con esa cachaza que solo puede darte el saber que en cierta manera posees el destino del jodido que te mira. Total, él abordó su cabinita nice y yo me fui justo a la altura del ala.

Los pormenores del trayecto ya se los saben, comerte tu consabida galleta de avena, esquivar el café que derrama el pulso tembleque de la doña que va al lado tuyopensándolo bien, los embraer no son tan malos siempre y cuando vayas en la fila de una sola plaza. Y claro, escuchar la plática pendeja de alguien (maldita restricción de usar aparatos electrónicos durante el despegue y aterrizaje). En esta ocasión escuchaba a una tipa que orgullosa afirmaba no encontrar la más mínima diferencia entre lonche y baguette.

En fin, bajé presuroso del avión y corrí a perderme entre la muchedumbre aeroportuaria, no fuera a ser que me tocara pagar el taxi del patroncito. Anyway (cuya traducción es “cualquier wey”) tomé mi taxi y partí hacia enfrente de Perisur. Entonces ya se imaginará cuánto rato fue de camino, así que eso me dio tiempo de platicar con el taxista de la influenza, las explosiones del 22 de abril, el temblor del 85 y elijo “Desastres” por 600. Total que llegué y para mi buena suerte las firmas estuvieron en seis (un dos por tres). Y bueno, como en ese entonces aun tenía celular del changarro, pues podía ir atendiendo los pendientes que tenía en la oficina a distancia.

Así las cosas, aproveché para ir cual turista provinciano a conocer Perisur. Los contras… era demasiado temprano aún y todo estaba cerrado, lo cual le resta impresionantemente el atractivo a dar vueltas por un centro comercial.

Ahora bien… ¿cree usted que yo me iba a dejar enjaretar semejante soba de misión así nomás? Pues no. Obviamente si me dieron el primer vuelo para la ida y uno de regreso doce horas después, es obvio que iba a aprovechar el tiempo. Así que en cuanto ubiqué el sitio de taxis de la plaza enfilé hacia donde trabaja mi vieja mi Domadora.

Con este otro taxista hablé de climas, calores y cómo los defeñitos se acaloran con cualquier cosita. El trayecto no fue tan largo y además estaba muy fluido porque fue aun en periodo vacacional, así que no nos explayamos tanto.

Total, Estef me pidió que aunque aun faltara para su hora de comida, acudiera ya a su oficina para hacer acto de presencia. Total que fui y tras un registro que más parecía tomar lugar en la lista de espera para un transplante de hígado, me mandaron a la salita de espera. Y allí estuve hasta que apareció ella, tan hermosa que parecía increíble que un uniforme pudiera verse así Y es que no era un uniforme, poco tiempo después ella me diría que ese día había llevado su propia ropa. Eso si, el gusto de plantarle un beso a la chica que se ha dado el lujo de desafanar a más de un co worker perro, no tiene madre.


Y una vez que marqué territorio que aclaré las dudas de mi nexo con Estef, procedí a seguir esperando en la sala a que fuera hora de comer. El tiempo pasó volando y fuimos entonces a ingerir sagrados alimentos… justo y necesario porque yo seguía andando con la pura galleta de avena.

Fuimos a un lugar cercano y nos dimos amplio gusto comiendo unos buenos cortes, aunque ella tiene esa manía de pedir la carne bien cocida. Yo disfruté mucho mi platillo, que creo aun respiraba cuando me lo sirvieron. Todo estuvo excelente y al final de cuentas pedí la factura que me debatía entre meter o no a la comprobación. Y SI LA METI! Y YA REEMBOLSARON, ASÍ QUE AHORA SE FRIEGAN. Además… ¿que no leyeron que no desayuné? Ni la hagan de Toks en VIPS.

Pero todo, todo se acaba, la dicha grande también se va. Así que tuve que dejarla en su trabajo, no sin antes dejarle el Bob Esponja que le había comprado para seguir marcando territorio luego de mi partida dejar un testimonio tangible de mi amor por ella y mi paso por ese lugar.

Crucé pues por un puente peatonal y tomé el último taxi allá, el que habría de llevarme al aeropuerto. Con este la plática giró en torno al tequila y la manera en que me dejó de gustar, cosa que creo merece un post aparte.

Llegué y esperé pacientemente la hora de mi regreso. Descubrí entonces que volar dos veces el mismo día me provoca mareos. Y más porque ahora me tocó hasta atrás, justo al lado de un capitán que venía dormido echando media lonja en mi espacio. Fue tal el fastidio que cuando anunciaron el descenso no resistí la tentación de darle un codazo en la panza y decirle: ¡Vamos a acabar CAPITAN!

Tomé el último taxi del día. Con este no hablé de ni madres, ya estaba harto de sacarle plática a los taxistas y éste para mi buena suerte venía muy concentrado con las noticias de nota roja en el radio.

Así fue como llegué a casa tras haber vivido la experiencia de ver a Estef en su ambiente natural, en su vida diaria, sintiéndome un intruso que la acechaba… casi un amante bandido un stalker. Ah si… también conseguí las firmas esas.

Pocas veces se la pasa uno tan bien al trabajar.

PD.- Con el primer taxista, el que me llevó al aeropuerto de GLD, hablé de los viajes de trabajo y la soba que es moverse en un lugar desconocido, Afortunadamente ésta vez sabía a donde iba.

9.9.09

Seré breve:

En los últimos dos años, periódicamente he estado viviendo situaciones que me recuerdan que a pesar de mi elevado concepto de mi mismo, existen cosas que continúan fuera de mi alcance y me dan mi ubicación exacta como un vil mortal más en este mundo.

El cinismo o la indiferencia con que uno puede tomar una desgracia ajena desaparece totalmente cuando no es tan ajena, cuando conoces a alguien de entre aquellos que toman parte esa situación adversa. Y entonces uno quisiera ayudar, pero las intenciones se quedan varadas en ello precisamente: intenciones.

Este es mi post número 300 y desde hace tiempo había querido hacerlo especial y convertirlo en una celebración, ligándolo con la película y la novela gráfica del mismo nombre. Eso en estos momentos no importa absolutamente nada.

HOY el mejor motivo de celebración, es que tú, mi Querida Estef, estés bien, estés completa y puedas leer esto. TE AMO.

¡Que Lindo es Jalisco!

¡Palabra de Honor!

Encontrábase la semana pasada el Dan††e como una mariposa escapando sin mirar atrás como es habitual en cada inicio de semana, mentando madres y buscando pleitos, cuando de repente le salen con una noticia (de ésas que suelen soltar en lunes): tenía que trasladar su escultural humanidad a Monterrey.

Justamente la semana pasada había exclamado con Maximiliano que el asunto de Monterrey estaba más que frustrado y que debido a ciertos retrasos por malos manejos iba a ser imposible que saliera antes de la fecha límite. Maximiliano por su parte… bueno, por su hocico, dijo: “no we, te aseguro que van a chingar la borrega y a hacer hasta lo imposible para que salga a huevo”. Aún no sé si mandar al empleado que más gramos tiene de cerebro a una tierra extraña a la que nunca ha ido a que por arte de magia haga las cosas igual de bien que en su lugar de origen encuadra enchingar la borrega” o en “lo imposible”, pero de que carece de lógica, la carece por completo.

El caso es que chíngate Dan††e a amanecer el martes a las 6 de la mañana arriba de un avión microscópico y chinchurriento… perdón, un embraer (o sea un pinche micro avión de tres plazas por fila en el que desplazarse es igual de apretado que intentar nadar en un tinaco). Me desayuné una pinche galleta de avena de esas de cortesía, o lo que es igual: “tan pedida de pordios” y un café. Yo no lo sabía, pero ese sería el último alimento que probaría por las siguientes diez horas.

Pasó por mi el señor Gte quien gustoso iba fungiendo como guía de turistas, contándome la historia del Parque Fundidora, del campo de golf público y por tanto de su mentada presa rompe picos… mientras yo le quería romper el pico porque no daba chance de ir a desayunar. Por cierto, tienen un parque acuático que se llama Plaza Sésamo… cosa que sin afán de ofender a los regios, me pareció ridícula. Eventualmente llegamos a las oficinas a las que íbamos, en donde me presentaron al sujeto con el que me coordinaría el resto del día y para el resto de las operaciones relacionadas con ese tema, alguien cuya identidad protegeremos llamándole Indalecio

No les voy a hacer el cuento largo contándoles el drama que pasamos Indalecio y yo ese día entre tiznaderas, dagas, necedades, sinsabores… porque no nos podíamos ir a comer y por lo tanto no había sabor… bola de gachos. El punto es que milagrosamente todo salió de acuerdo a lo planeado (o algo así), comimos a las seis de la tarde y tomé mi vuelo de regreso ese mismo día. Mi labor había terminado y ya solo restaba que Maximiliano hiciera lo propio…. PERO ¡OH SORPRESA! Maximiliano se fue de vacaciones en pleno cierre de trimestre. No digo que no merezca un descanso, pero NO EN CIERRE DE TRIMESTRE.

El caso es que en ausencia de ese grandísimo cabrón hijo de la chingada mi gran amigo y compañero, chíngate Dan††e a largarte el miércoles en la noche a Monterrey otra vez en un pinche avión anoréxico y amanecer ahí el jueves a hacer lo propio de Maximiliano. Pero eso si, no crea que son tan gachos, me hicieron una reservación en un Hotel bastante bueno y reconocido de por allí, así que al menos podemos decir que al fin me van dando el trato que merezc…. un momento…. oh…. me acaban de informar que lo de la reservación fue un acelere de una asistente y que en realidad no era la intención de mi fuente de trabajo pagarme el hospedajefuckers-. En fin, el caso es que dormí gratis en un hotel que es más bonito que bueno, ya que en la madrugada se escucha un ensordecedor ruido infernal que me provocó una cefalea que parecía de cruda (ojo: parecía, ya que la noche anterior no tomé nada, por lo que no podía ser cruda).

Pos tómala cachetes que pasaron por mi a las 0740 hrs del jueves. Hágame el pinche favor. De esta manera ya podrá imaginarse que o recogía la factura del hotel o desayunaba. Obvio no desayuné y me fleté con mi monumental dolor de mema hasta las 1100 horas que el señor Gte se descuidó en una gasolinera y yo me escapé, cual morrito yendo a la dulcería, al minisúper aledaño a comprar aspirinas.

Pero como no todo en esta vida es malo (vamos, que hasta Remi tenía momentos de felicidad) ese día logré terminar temprano mis pendientes y me escapé a comer temprano y rico… cortando una flor del jardín de mi changarro obviamente. Pa que se les quite les zambuti una factura bastante elevada de “El Mirador” por un par de excelentes cortes que gustoso devoré. Todavia me dice el mesero: “le ofrezco una entrada?” Ni madres cabrón, que vengan los cortes, pos qué.

En fin, igual no me puedo quejar, Monterrey no es desagradable, aunque no trate con muchos regios y me tocó un clima lluvioso, el día que hubo más sol ya me moría del calor. Conocí gente memorable, el buen Indalecio resultó cuate y como novedad los aviones estrechos no están TAN mal. Sin embargo, sin haber sido nunca un gran fan del mariachi, sino que por el contrario, rayaba en el límite para ser un detractor de ellos… debo admitir que me dieron ganas de cantar “Guadalajara” cuando vislumbré mi ciudad desde el avión, y, repasando “Ay Jalisco no te rajes” una lagrimita de emoción se aferraba para no caer de mi ojo mientras pensaba:

¡QUE LINDO ES JALISCO! Palabra de Honor.


Ya sé, fueron un par de días, pero en verdad extrañé mi tierra, mi casa, mi madre y la oportunidad de estar en contacto con mi Estef y mis amigos y seres queridos.

Por cierto, las actualizaciones de esta madre se harán en horas de la noche, de la misma forma en que mis comentarios a sus posts serán pasadas las 1900 horas, ya que los culeros de mi oficina bloquearon TODO vestigio de red social, entretenimiento, esparcimiento y gozo en Internet, de manera que mi PC es ahora una máquina de escribir con pantallita. Así que mientras bloquean esto, les dejo un mensaje: MÉTANSE SU ANCHO DE BANDA POR LO MÁS ANGOSTO QUE TENGAN, FUCKERS!