Capítulo 13.- Miedo a la Oscuridad
Repuesto de su última experiencia, Lon Gonman descubre que efectivamente su pierna ha sido curada y ahora puede moverse con toda libertad, moviéndose por los escombros donde tiene su guarida mientras intenta separar lo que sucedió en el plano real y en ese extraño lugar donde sus sueños se funden con el mundo de los espíritus… y cada vez le toma más tiempo hacer esa distinción. Algo en su mirada ha cambiado, pues ahora luce aun más resentida que antes y él mismo se siente más apesadumbrado, pero con más deseos de terminar aquella siniestra encomienda.
Habiendo recordado que el vehículo de Frank ahora era suyo, decidió inspeccionarlo cuidadosamente para saber más acerca de los Cherifes. No encontró muchas cosas que no supiera, lo más notorio era el privilegio de poder contar con un auto blindado, ya que las políticas para evitar la sobre contaminación restringían su uso a determinadas personas, obligando a todos los demás a utilizar motocicletas o trenes. Fuera de eso encontró solo armas, municiones y el radio comunicador. Ese último instrumento, junto con la placa, eran los principales distintivos de los Comisarios. Intenta activarlo esperando no delatar su ubicación.
°Chains. ¿Alguien ha sabido algo de Spike?°
°Kept. Nada, a estas alturas supongo que es oficial que ya no está entre nuestras filas. ¿Qué hacemos ahora señor Chains?°
°Chains. Ya me encargaré de reasignar a su personal. Necesitamos asignar esto a alguien más antes de que el Alcalde se entere.°
°Kept. Me están entregando una carpeta que dejó Spike antes de irse… es una foto de alguien con cabello claro, fue tomada por un radar entre el sector 16 y el 10°
°Chains. Muy bien, Kept se encargará a partir de ahora. Tráeme la cabeza de ese asesino. Fuera°
Mientras que agradece haber despertado justo a tiempo, Gonman no deja de lamentar nuevamente su descuido cuando fue captado por ese radar. Es tiempo de renovar la amenaza a todo aquel que se aproxime a su Sector. Ya habrá tiempo para estrenar su recién adquirido auto, por lo pronto lo mejor será guardarlo.
Momentos después, el radar es desactivado y la motocicleta negra queda atravesada justo en medio del camino. Lon está recargado sobre ella cubriendo su rostro con el paliacate negro que suele traer amarrado al cuello para evitar revelarse aun más a sus enemigos. Apenas puede esperar para batirse nuevamente con uno de los Cherifes y sus ojos se iluminan cuando ve que una motocicleta se aproxima.
-- Hazte a un lado, estoy buscando a un delincuente peligroso.
-- No puedes buscar lo que no está perdido – responde Lon mientras mueve su gabardina para mostrar las estrellas robadas – Es conmigo con quien debes tratar.
-- Tú eres el asesino de Cherifes. Bueno, no hay mucho qué decir entonces, tus días están contados… igual que los míos.
-- ¿Cómo le cuentas los días a un espíritu?
-- ¿Es verdad entonces que tú eres el fantasma del Sol?
-- Del sol, de la esperanza, de la voluntad del pueblo… un colectivo que acoge a las almas muertas, excepto las de todos ustedes.
-- ¿Y qué se siente ser un fantasma?
-- Un duelo perpetuo por la hora de tu propia muerte. Aquel momento en el que la esperanza dejó de recordarte que estás vivo.
-- Entonces… parece que también llevo mucho tiempo de ser un fantasma.
-- ¿A qué te refieres?
-- Un crimen es un crimen, no importa qué tan blanco sea el sombrero que uses. El bien se distingue muy fácilmente del mal, aunque quieran convencerte de lo contrario y tengo muchos demonios tras de mi. Es hora de dejar que alguno me alcance.
-- ¿Estás rindiéndote?
-- No me malinterpretes. No pienso entregarte la estrella así como así. Sólo estoy consciente de que hay mil razones para que estés aquí. Desenfunda.
°Dolza. ¿Localizaste al asesino, Kept?° Interrumpe el comunicador. Kept toma su radio y lo deja caer al piso para rematarlo con un fuerte pisotón rompiéndolo en pedazos.
-- Esto es entre tu y yo. Para uno de nosotros el mañana no llegará – Dice el Cherife. – Pero debes saber bien una cosa, no eres peor que el resto de nosotros… y eso es algo que debería llenarte de miedo.
Tras decir esto, dispara su arma intentando tomar descuidado a Gonman. Sin embargo, dirige a otro punto su tiro y destruye uno de los faroles que iluminan el camino. Inmediatamente destruye otro dejando todo en total oscuridad.
-- ¿Qué pretendes?
-- Si de verdad eres el fantasma del Sol tendrás que delatar tu ubicación cuando intentes dispararme el rayo. No te será sencillo matarme
-- Oh…-- dice Gonman al oido de Kept -- ¿Quién te dijo que pensaba matarte inmediatamente?
Kept entra en pánico y comienza a disparar sin ningún orden, intentando alcanzar con alguno de sus tiros al asesino. De repente siente una patada a la rodilla derecha y cae. Intenta levantar su brazo una vez más para disparar, pero otro fuerte impacto en el codo le rompe la extremidad dejándosela inhabilitada para hacer cualquier cosa.
-- Si tanto disfrutas la oscuridad, no te importará no volver a ver la luz nunca más.— sentencia Lon justo antes de que unos alaridos de dolor inunden la oscuridad del camino.
Cuando el radar volvió a funcionar, solo transmitía la imagen de Kept, colgando de un farol fundido, con una pierna y un brazo rotos y con las cuencas de sus ojos vacías. Un Cherife más había sido privado de su estrella.
Repuesto de su última experiencia, Lon Gonman descubre que efectivamente su pierna ha sido curada y ahora puede moverse con toda libertad, moviéndose por los escombros donde tiene su guarida mientras intenta separar lo que sucedió en el plano real y en ese extraño lugar donde sus sueños se funden con el mundo de los espíritus… y cada vez le toma más tiempo hacer esa distinción. Algo en su mirada ha cambiado, pues ahora luce aun más resentida que antes y él mismo se siente más apesadumbrado, pero con más deseos de terminar aquella siniestra encomienda.
Habiendo recordado que el vehículo de Frank ahora era suyo, decidió inspeccionarlo cuidadosamente para saber más acerca de los Cherifes. No encontró muchas cosas que no supiera, lo más notorio era el privilegio de poder contar con un auto blindado, ya que las políticas para evitar la sobre contaminación restringían su uso a determinadas personas, obligando a todos los demás a utilizar motocicletas o trenes. Fuera de eso encontró solo armas, municiones y el radio comunicador. Ese último instrumento, junto con la placa, eran los principales distintivos de los Comisarios. Intenta activarlo esperando no delatar su ubicación.
°Chains. ¿Alguien ha sabido algo de Spike?°
°Kept. Nada, a estas alturas supongo que es oficial que ya no está entre nuestras filas. ¿Qué hacemos ahora señor Chains?°
°Chains. Ya me encargaré de reasignar a su personal. Necesitamos asignar esto a alguien más antes de que el Alcalde se entere.°
°Kept. Me están entregando una carpeta que dejó Spike antes de irse… es una foto de alguien con cabello claro, fue tomada por un radar entre el sector 16 y el 10°
°Chains. Muy bien, Kept se encargará a partir de ahora. Tráeme la cabeza de ese asesino. Fuera°
Mientras que agradece haber despertado justo a tiempo, Gonman no deja de lamentar nuevamente su descuido cuando fue captado por ese radar. Es tiempo de renovar la amenaza a todo aquel que se aproxime a su Sector. Ya habrá tiempo para estrenar su recién adquirido auto, por lo pronto lo mejor será guardarlo.
Momentos después, el radar es desactivado y la motocicleta negra queda atravesada justo en medio del camino. Lon está recargado sobre ella cubriendo su rostro con el paliacate negro que suele traer amarrado al cuello para evitar revelarse aun más a sus enemigos. Apenas puede esperar para batirse nuevamente con uno de los Cherifes y sus ojos se iluminan cuando ve que una motocicleta se aproxima.
-- Hazte a un lado, estoy buscando a un delincuente peligroso.
-- No puedes buscar lo que no está perdido – responde Lon mientras mueve su gabardina para mostrar las estrellas robadas – Es conmigo con quien debes tratar.
-- Tú eres el asesino de Cherifes. Bueno, no hay mucho qué decir entonces, tus días están contados… igual que los míos.
-- ¿Cómo le cuentas los días a un espíritu?
-- ¿Es verdad entonces que tú eres el fantasma del Sol?
-- Del sol, de la esperanza, de la voluntad del pueblo… un colectivo que acoge a las almas muertas, excepto las de todos ustedes.
-- ¿Y qué se siente ser un fantasma?
-- Un duelo perpetuo por la hora de tu propia muerte. Aquel momento en el que la esperanza dejó de recordarte que estás vivo.
-- Entonces… parece que también llevo mucho tiempo de ser un fantasma.
-- ¿A qué te refieres?
-- Un crimen es un crimen, no importa qué tan blanco sea el sombrero que uses. El bien se distingue muy fácilmente del mal, aunque quieran convencerte de lo contrario y tengo muchos demonios tras de mi. Es hora de dejar que alguno me alcance.
-- ¿Estás rindiéndote?
-- No me malinterpretes. No pienso entregarte la estrella así como así. Sólo estoy consciente de que hay mil razones para que estés aquí. Desenfunda.
°Dolza. ¿Localizaste al asesino, Kept?° Interrumpe el comunicador. Kept toma su radio y lo deja caer al piso para rematarlo con un fuerte pisotón rompiéndolo en pedazos.
-- Esto es entre tu y yo. Para uno de nosotros el mañana no llegará – Dice el Cherife. – Pero debes saber bien una cosa, no eres peor que el resto de nosotros… y eso es algo que debería llenarte de miedo.
Tras decir esto, dispara su arma intentando tomar descuidado a Gonman. Sin embargo, dirige a otro punto su tiro y destruye uno de los faroles que iluminan el camino. Inmediatamente destruye otro dejando todo en total oscuridad.
-- ¿Qué pretendes?
-- Si de verdad eres el fantasma del Sol tendrás que delatar tu ubicación cuando intentes dispararme el rayo. No te será sencillo matarme
-- Oh…-- dice Gonman al oido de Kept -- ¿Quién te dijo que pensaba matarte inmediatamente?
Kept entra en pánico y comienza a disparar sin ningún orden, intentando alcanzar con alguno de sus tiros al asesino. De repente siente una patada a la rodilla derecha y cae. Intenta levantar su brazo una vez más para disparar, pero otro fuerte impacto en el codo le rompe la extremidad dejándosela inhabilitada para hacer cualquier cosa.
-- Si tanto disfrutas la oscuridad, no te importará no volver a ver la luz nunca más.— sentencia Lon justo antes de que unos alaridos de dolor inunden la oscuridad del camino.
Cuando el radar volvió a funcionar, solo transmitía la imagen de Kept, colgando de un farol fundido, con una pierna y un brazo rotos y con las cuencas de sus ojos vacías. Un Cherife más había sido privado de su estrella.