Porque la realidad es que la Música si puede salvar tu alma... o al menos eso creo en momentos como este.
Tal vez sea un mal discipulo porque se me olvida ser feliz cuando mi mentora está lejos y al paso de las horasy las situaciones parece que hasta el espiritu se me cansa de llevarlo a golpear todos los días. Y al final de lejos me tienen que recordar sacar la fuerza y traer a mi memoria dónde habré de cenar esta noche.
Pero es asi, que las palabras indicadas y la música correcta es capaz de romper el cristal con el que estás mirando las cosas. Todo es cuestion de perspectiva me dijeron... y ella lo apuntó por mi.
Así que mientras esperamos el lapso que falta, cantaré... sin duda cantaré abrazado a los postes, arriba de los árboles, bajo la lluvia, en la regadera, en la mente por si el edificio nuevo tiene censura multicolores. Porque si vamos a tocar el fondo, aunque sea con la uña del dedo gordo del pie derecho, LO VOY A HACER CON ESTILO.
Todo regresa y también lo harán los buenos tiempos.
CANTEN CONMIGO!