De la expresión inmediata

Antes solía tener un compañero (y el compañero aun lo tengo) que me caía bien (he ahí el porqué del solía), pero actualmente ya no lo soporto. Y en general eso me pasa con cualquier persona que externe sus opiniones de manera oral en público (chingao, pa eso existen los blogs que al menos dan el beneficio de que si uno no se quiere saturar de pendejadas, sencillamente no abre el pinche explorador).

Alguna vez leí que lo que uno no soporta de la gente son los defectos propios. Pero no mamen, creo que yo no ando expresando mis pendejadas para que todo mundo me escuche, sea inteligente o no lo que digo. Por cierto, que hay otra cosa ya me tiene medio molesto: este wey no dice absolutamente nada original. Según él descubre el hilo negro y no dice más que puras cosas que mi selecto círculo de amistades y yo concluimos en la jariosa tierna pubertad. Anyway, en lo que estaba: creo que es una completa falsedad eso de que uno vea los defectos propios maximizados en otras personas, porque a estas alturas estoy convencido de no ser confianzudo, hocicón, huevón, diva (eso puede que sí), pediche, imprudente, inoportuno, grosero (más que cuando quiero), creo firmemente que no gusto de quitarle el tiempo a los demás (aunque mis ex novias piensen lo contrario), chismoso y moñudo. Sin duda soy irreverente, necio, pragmático, maniático, llevado, irrespetuoso y además mamón, pero eso realmente no me molesta en las demás personas.

Este post carece de un claro orden de ideas, pero me quería desahogar de las cosas que dice este zoquete.