Justo ahora que dejé ser poquito menos deleznable que los gringos y que estoy cerca de cumplir un año de haberme desintoxicado de los perjúmenes mujer de una fantasía de adolescencia que se convirtió en la única piedra con la que he tropezado dos veces, me parece prudentísimo decir la última cosa que ambas situaciones merecen (aclarando que no son insultos) en memoria de lo que fue:
NINGUNA DE USTEDES RECIBIÓ JAMÁS MALDICIÓN ALGUNA DE MI PERSONITA.
Aun y conque la fantasía de adolescencia si se andaba mereciendo al menos una mínima maldición gitana, me abstuve de echar la mala vibra, mal de ojo, vudú, santería y amarres correspondientes. Y no es miedo al karma, ni al Dios con el que me las veré en mi muerte (o con alguno de sus asistentes... o a la mera y abre Mahoma y no San Pedro), ni nada de eso... tampoco me voy a poner sentimental a decir que porque en su momento lo bello que fue ni chalalá chalalá... sencillamente no me parece tan grave lo que pasó, al final de cuentas por quien haya metido la mano, pero a mi no me tocaron jamás un cabello y por lo mismo no tendría yo porqué querer cobrar a lo chino.
Soy lacrísima, fichísima y malondísima, pero hasta yo tengo mis límites.
ADIÓS.
1 comentario:
tambien te gustan las porno de asiaticas peludas amputadas embarazadas???...tienes alguna?
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