A la Fantasía

¿Alguna vez les ha pasado que escuchan la canción perfecta y no tienen a quién dedicarla? Supongo que sí, pero… ¿han considerado entonces que tal vez eso podría ser lo mejor? Porque vamos, seamos sinceros, si alguien ha tenido una historia amorosa normal, sabe que es un infierno dedicar una canción que se posiciona muy alto en el gusto personal para que al final esa relación sea un fracaso más grande que los túneles de López Mateos y uno termine odiando la canción porque recuerda a esa persona en especial.

Es el caso de esta canción, me fascina (sí, lo suficiente como para admitirlo aquí, públicamente y que mi fama goth se caiga por los suelos, después de todo, uno se gana el privilegio de estar más allá del bien y del mal cuando domina el difícil arte de sobrevivir), pero en este momento no hay nadie que llene así mi corazón, y puede que jamás dedique la rola.

La canción es el tema de una película de fantasía, que me gustó por lo mismo (ya lo expliqué) y tal vez la mayor fantasía es enaltecer las virtudes de los corazones puros (en el caso del protagonista) y los corazones sinceros (en el caso de la protagonista) y esas virtudes son escasas, dado que ni siquiera yo, que anhelaría encontrarlas en alguien más, las tengo.

Por lo tanto, dediquemos esta pieza a la fantasía.