Jenky
Era una hermosa hamstercita dorada. Asi como Hamtaro, pero de a de veras. Estaba muy chiquita, tanto que por poco no la veia hecha bolita en un rincon cubierta de aserrin en la tienda de animales.
A pesar de que son animales nocturnos, ella se despertaba cada tarde al oir mi voz cuando llegaba de la secundaria. Si le acercabas la mano, inmediatamente brincaba para que jugaras con ella, excepto con Julia porque nomas la vio y se escondio donde mejor pudo… no era nada tonta.
Si pasabas comiendo algo junto a su jaula, se despertaba y comenzaba a hacer de todo para llamar tu atencion y que le dieras un poquito de lo que comias. Le encantaban los dulces, excepto los que truenan al contacto con la saliva. No le gustaban las cosas frias y las agrias menos.
Le gustaba Cafe Tacvba, sobre todo “
Una vez se atoro en la puerta del patio y tuvimos que quitar la maldita puerta de metal para que saliera la pobre toda moreteada… mi madre estaba recien operada, pero no iba a dejar que se quedara alli.
Sabia recorrer laberintos, montar camionetas de control remoto (poniendo las patitas sobre el volante) y siempre iba para todos lados haciendo un ruido como “fit fit fit fit”. Odiaba las hamacas de nudos (se caia a traves de ellos) y se quedaba dormida en mi cabeza cuando yo hacia tareas.
Jenky murio al año y medio de una enfermedad que no se de donde contrajo, pero se le extraña y no se le olvida a 12 años de su muerte.
Ojala hayas reencarnado y seas ahora lo que quieras.
1 comentario:
Si que me llegaste a la ternura y si q sabía de música jajaja, pero desafortunadamente para mí estoy un poco traumada con los roedores, espero poco a poco verlos con otros ojos despúes de tu tierna narración
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